Bay bay niñas (?)

El encuentro con el pelirrojo habia resultado bastante interesante, después de aquel entrenamiento y conseguido despertar su Haki de nuevo la mujer tenía que volver a andar en sus caminos, siendo que para eso primero debía encontrarse de nuevo con Ulrich, sin embargo durante esa visita se encontró en que Deian tenía algunos asuntos que hacer, por lo que le habia pedido a la mujer llevar a su tripulación a un campamento para novatos, eso le daba algo de nostalgia a la mujer al recordar un poco a su tripulación, siendo que habia aceptado, aunque tal vez al pelinegro no le agradaría la idea de ir con el barco lleno de niños.

Sin embargo no podía hacer mucho, cuando a Sugane se le metía algo en la cabeza, nada podía cambiarlo, y así era como ahora la “nueva” tripulación se enfrascaba en lo que sería un suceso lleno de sorpresas y acción, recordando siempre que le habia prometido a Deian que cuidaría de sus pequeños polluelos, después de todo solo estaba haciendo de niñera mientras el joven disfrutaba el té con uno de los nuevos yonkous – Ulrich escucha bien, puedes matar y destruir todo lo que quieras pero tenemos que volver con los mismo niños que llegamos, recuérdalos el niño llorón, la niña elfa – mencionaba a su compañero quien no al parecer no estaba muy seguro de ir con “novatos” pero pues siempre hay que gatear antes de caminar.


El viaje se encontraba listo, todos estaban en sus posiciones, anteriormente ya habían elaborado el plan, no era muy complicado llegar, atacar y salir, por su parte se encontraba en el timón controlando que todo estuviera en orden, la nave no mostraba ningún problema los cañones se encontraban listos para el ataque, el radar no mostraba ningún indicio de alguien cercano – todo parece estar bien – menciono mientras salía a la proa dejando el piloto automático estando a unos 10 Kilómetros de la isla, necesitaba asegurar que todo estuviera listo y para ello tenía algo que le ayudaba bastante – no logro ver nada fuera de lo normal – el poder de su akuma le permitía observar a distancia aquella isla, como si estuviera a unos cuantos metros, pudiendo ver que al parecer las Kujas se encontraban como siempre, la seguridad parecía haber aumentado pero no sentía preocupación por ello habia logrado observar toda la isla, y sabían por dónde atacar – muy bien chicos es momento – menciono mientras regresaba con una sonrisa.

Volviendo al interior de la nave la misma tomo su lugar observando delante de ella una gran panel con controles siendo que volviendo a tomar vuelo y al acercarse hacia la isla estando a unos 30 metros la mujer presiono un botón lo que provocó que uno de los cañones disparara una bala, siendo que no todo quedo ahí, pues otro cañón comenzó a bombardear aquella entrada de la isla – es su turno chicos, la puerta principal está abierta, tienen 2 minutos antes de que lleguen las Kujas – les menciono por un pequeño comunicador que llevan en el cuello el cual gracias a sus conocimientos podía pasar la información a cada uno de los muchachos

Spoiler:

Hacía no mucho tiempo que la joven arquera se había instalado entre la flora de aquella gran isla. La venganza la llamaba, aquel fuego que había provocado que tras lo que se había convertido en un infierno para la valquiria con la que había trazado férreos lazos bañados en sangre, la fémina de orbes rojizas, decidiese simplemente tomar cartas en el asunto, algo que al parecer incluso había alzado aquel impetud de convertir el hogar de cientos de mujeres en escombros, en llantos y grandes miserias que nunca podrían olvidar. Estaba claro, si tenían un objetivo lo cumplirían sin importar que sucias sabandijas que se habían convertido en asquerosos peones del gobierno se movilizaran solo por tocar literalmente y de una manera tan triste, los santos cojones.

Quizás no era la mejor de las maneras ¿Pero como negarse ante la ira de una mujer ultrajada? Si bien no habían sido capaces de meterse en la boca del lobo y habían decidido lanzar la lacra a lamer sus zapatos, ellos al menos si tendrían el valor de simplemente tomar terreno por la fuerza, solo que, en esta ocasión sería un simple juego de manos donde, si no era de ellos, no sería de nadie.

Llegar hasta tierra firme no había sido ninguna complicación, mucho menos por el hecho de que quien se había convertido no mucho tiempo atrás en su "Capitán" parecía que tras tantos años de ausencia había hecho lazos de importancia, o al menos, que pudiesen ser de utilidad sin necesidad de que todo quedase al recaudo de simples prometas pactadas pero tras ello olvidadas. El mismo sonido lo decía, de igual manera que la femenina voz que llegaría a sus oídos una vez la locura había tomado el primer lugar en aquel festival de ríos de sangre. — ¿Kujas? ¿De verdad vas a darles el honor de tener un titulo a esas desgraciadas?— Comentó a la mujer que les brindaba información como si se tratase de un reclamo aunque de algún modo solo era una manera de romper el hielo ante la posible futura tensión y con ello, declarar el odio hace aquellas mujeres.

— Bueno. ¿Vas a ser un cobarde y limitarte a dejar sin hogar a esas desgraciadas o me dejaras darte clases de baile? — Tras compartir el comentario con aquella mujer, la joven volvió su atención hacia su actual acompañante. Sus orbes rojizas se encontraban al frente mientras que por detrás mantenía al joven que Deian al parecer había "adoptado" y alejado de una triste vida. No tenían un buen trato entre ambos, incluso se arriesgaría a decir que este la aborrecía hasta el punto en el cual derrotarla se había convertido en una de sus metas. Algo cómico, tan cómico como exquisito, más aún teniendo en cuenta que a su lado no era más que un pequeño niño que hasta ahora no había encontrado el camino de vuelta a la escuela. — Espero ver tus prendas bañadas en sangre o me ocuparé de mancharlas yo misma. — Finalizó con diversión mientras su siniestra se dirigía a su espalda, desenvainando el oscuro arco que decoraba su capa junto con un carcaj repleto de flechas. — Nos veremos en el infierno. — Comenzó a correr, dejando atrás al joven, jugando así con los pequeños arboles antes de trepar por la superficie de una casa y tras ello, tantear la superficie de otras cuatro hacia su derecha para ir escalando en altura hasta llegar a una aún mayor donde por el momento podría ocultar su presencia muy a pesar de que ya su mano derecha rozaba las plumas traseras de aquellas hermosas flechas que si bien carecían de envidiable material, se convertían en mortíferas aliadas.

Faltaban solo segundos para que las Kujas se comenzasen a moverse a la entrada principal pero, para ese mismo momento la arquera ya se encontraba con el arco en posición de ataque, contando en su interior los segundos antes de que dos de estas se comenzasen a mover. Posiblemente las del puesto de avanzada más próximo y las cuales, tan pronto se mostraron fueron atravesadas directamente en la cabeza por aquella que simplemente, se había mantenido aguardando su llegada.

Esta vaina se va a descontrolar hoy… me habían informado que íbamos a invadir Amazon Lily pa’ darle matarile a todo ese poco de amazonas ¿Mis razones? Además de seguir las ordenes de Deian, estas malditas atacaron a mi tripulación, nos traicionaron y de paso casi se cargan a Ithaqua… tienen que pagar y pagar muy caro por sus acciones, no voy con intenciones asesinas, esa no es mi forma de actuar, tengo que agradecer a ese enano por haberme enseñado el valor de la vida… pero, tampoco voy a ser pajuo como para permitir que me maten, si tengo que defenderme, lo haré, usando a mi Abysswalker de ser necesario y claro, tampoco voy a dejar de lado a mi vieja Llamasangre, lustrosa y reluciente espada.

Debo confesar que estoy algo nervioso, hoy es el día y estoy bajo las ordenes de una mujer llamada Sugana, al parecer es una amante o algo de Deian del pasado, no le entendí muy bien, pero qué coño… si dice que la conoce de hace mucho pues vale para mí, confío en que estoy en buenas manos, ella y Ulrich son los líderes de esta misión. El sonar de los cañones y las explosiones hicieron dejar atrás mi nerviosismo y ahora portaba mi habitual cara de culo, desenvainando a llama sangre y acomodando a Abysswalker en mi espalda, siendo esta muy pesada como para poder maniobrar con una mano… por ahora.  La escotilla entonces se abrió frente a mí mientras comenzaba a observar a los demás piratas que comenzaban a invadir la isla. – ¿Dos minutos? Pues vale, no sé qué coño es una Coja, pero si se meten en mi camino las voy a cortar. – Sentencié a medida que desenvainaba una espada común, teniendo ahora dos espadas en cada mano.

No me agradaba tener que hacer equipo con la perra azul, pero no todo tenía que ser tan malo, ante su comentario simplemente solté un bufido mientras le dedicaba una mirada seria y que destilaba competencia. - ¿Clases de baile? ¡JA! Como te hace falta calle cejotas, más bien no te vayas a quedar con las ganas de querer bailar joropo conmigo. – Mi jerga de barrio salía siempre que me enojaba y esta mujer lograba hacerme enojar con suma facilidad, comencé a caminar y luego a correr mientras la mujer se mantenía a mi lado para dedicarme otras palabras la muy… y terminando por dejarme a tras… joder, era demasiado rápida. - ¡Al infierno te pienso mandar a ti! – Rugí con furia mientras terminaba de adentrarme a la ciudad.

En el momento en el que aparecen las Kujas para defender a las amazonas, me detengo y cruzo mis brazos de lado a lado, encorvando mi cuerpo a medida que mostraba mi dentadura y mi cara arrugada llena de rabia, iba a drenar toda esta arrechera sobre esas pobres diablas.  Cubriendo ambos brazos con el negro obsidiana y a su vez mis espadas se tornaban del mismo color dejé escapar un rugido antes de lanzar mi siguiente ataque, una especie de aviso táctico a mis compañeros para que se moviesen del camino. Comencé a mover mis espadas con total salvajismo y velocidad en una sola dirección, ondas de haki que cubrían 4x4 metros que seguían una distancia igual a quince metros, cortando y golpeando con fuerza a las Kuja que corrían hacia nosotros, a simple vista me llegué a cargar unas quince amazonas en mi camino y una casa se derrumbó cerca de mí por la fuerza del impacto. Para luego rugir levantando mis espadas y cruzándolas para hacer una equis obsidiana y motivar a mis compañeros a avanzar en la invasión.

En ese dia habia un silencio especial para el joven hombre, quien sin una sonrisa y mirando directamente al mar observaba a lo lejos a la despreciable figura imponente que prefirio rechazarlo como a su nueva autoridad, acto imperdonable para aquel quien solamente buscaba la unión de ambas fuerzas tras la caída del antiguo emperador que en el pasado lideró con sabiduría a cada una de las dos fracciones, entonces para su propio ideal él habia fracasado en lo que su compañero el samurai triunfo y por ello no podia perdonar aquellos actos. Aun así disfrutaba los pocos segundos de paz que le eran concedidos en mar abierto, escuchando a las olas marinas mecer la madera y haciendo un entretiempo valioso a cada segundo que vendria a ser su mayor rencor.

Para esta especial ocasión había pedido la cooperación de dos personas verdaderamente importantes para él, quienes consisten en un familiar del pasado y una presunta sombra que estaba dispuesto a seguirla hasta aqui. No era asunto de nadie más que ellos así que nadie pregunto acerca de eso, despues de todo Sugane Kiyoshi podria pedir nuestra ayuda si así lo necesitara pero no era el caso por lo qué en este dia solo importaba la isla. Amazon Lily era nuestro objetivo por diferentes razones pues algunos de nosotros solo querian verla arder, otros solo buscaban recobrar el honor de nuestro nombre para que nadie creyese poder burlarse de nosotros y por ultimo estaba él quien había venido impulsado por antiguas historias que había escuchado de la mujer que en algún momento de su vida fue conocida por todos como la reina entre todas la amazonas y segunda capitan.

Tami Tsubaki era esa mujer, quien llena de lagrimas y pocas palabras debió explicar la muerte de dos reclutas que fueron a acompañarle en su búsqueda por un tesoro incalculable, siendo que según sus palabras murieron incapaces de nada mientras eran aplastados por alguna trampa de las miles dentro de la más enorme montaña, eso impulso al hombre, retorciendo su espiritu, pues le debia mucho a Montalvo como para olvidarlo así que ese fue el primer detonante y la razón verdadera por la que ahora en vista de todas las cosas que se le venian en contra optaria por simplemente destruir todo lo que se interpusiera en su objetivo hasta tomar el mal tesoro. Deian Teach no era hombre arrogante, pero jamas fue conocido por su piedad y en un acto sencillamente cruel busco a sus mejores guerreros para emboscar en armas a las amazonas erradicando así a su isla hasta peldaños.

Ese era el objetivo. Ellos irían a luchar contra el pueblo de las amazonas para hacerlas historia mientras que él usaba por primera vez su poder para cambiar la estructura de una montaña, destruyendola, aplastando su todo y haciendo lo que verdaderamente fuera necesario para que él pudiese conseguir aquello que se fue propuesto. Entonces espero que ellos atacaran, paciente de que empezara la guerra, ansioso de los alaridos y consciente de que en aquellas aguas dominadas por sus enemigos no podía darse el lujo de desperdiciar ni tres segundos. Así que cuando todo inició, en cuanto sus hombres atacaron y la sangre fue derramada, se puso en marcha, abandonando la cubierta con palabras indescifrables de gran poder que lo harian elevarse por los aires en su misión de destruir aquella absurda montña que había sido aguardado por tanto tiempo en custodia de aquellas.